Los niños están acostumbrados a juguetes de construcción pequeños de volumen. Es interesante darles la oportunidad de que su obra de ingeniería tenga su tamaño y pueda ser usada por él mismo.
El hecho de usar materiales que iban a ser descartados nos relaja a los padres porque no hemos tenido que hacer más desembolso que poner ilusión y darles el soporte anímico para hacerlo.
Es un proyecto ideal para trabajar en equipo, deben colaborar en sujetar entre varios las partes. Se sienten muy muy orgullosos de haber conseguido semejante proeza, y han aprendido a hacer su casita de emergencia.
Elige las ramas, ahora palos, más largas. Quita, si tuviera ramitas pequeñas. Diseña un modelo de estructura sencillo y une los palos con cuerda. Nosotros usamos trapillo color caqui y así queda camuflado.
Me encanta!, Sí señor!, hay que aprovechar todos los recursos que nos ofrece la naturaleza. Y encima se entretienen y divierten.
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