Porque les proporciona mucha INFORMACIÓN; el sentido del tacto está muy desarrollado desde que nacemos. Conocer la dureza, elasticidad, textura de los objetos es un complemento ideal para completar al sentido de la vista: "no vemos lo que no hemos tocado", o por lo menos no apreciamos todos los detalles, un ejemplo es el terciopelo, sabemos cómo es porque por lo menos una vez lo hemos tocado, si sólo lo hubieramos visto no lo percibiríamos igual.
Ayuda a COMPRENDER "el mundo", para un bebé todo es nuevo, al tocar variedad de sustancias en diferentes estados o con diferentes propiedades amplía el abanico de experiencias (líquidos, gelatinas, masa densas, masas pegajosas,...)y les hace predecir el comportamiento lógico de las sustancias que luego sabrá extrapolar a otras ocasiones.
Sacia su curiosidad EXPERIMENTAL, juega MOVIENDO sus manos abriéndolas y cerrándolas y así ejercita los músculos que luego le permitirán llevar a cabo acciones más complicadas como coger una cuchara o escribir.
Seguro que habéis notado cuanto DISFRUTAN algunos niños con la arena de la playa y como hay a otros a los que les espanta. Si no juegas desde muy pequeños pueden ser luego reacios a manipular lo que les resulta extraño, luego muchas cosas les dan dentera.
Les ENTRETIENE más que ningún juguete, pueden estar horas dando probando mil formas y maneras lo que favorece su CONCENTRACIÓN, algo que no es fácil pues los más pequeños tienden a cambiar de actividad cada poco rato.
Cualquier cosa sirve como masa sensorial: espuma de afeitar, harina, harina con agua, gelatina, pan rayado con aceite...os iré contando como hacerlas. Por supuesto: SIEMPRE CON SUPERVISIÓN DE UN ADULTO.
Así que: manos desnudas, delantal, bandejas con fondo para pasarlo pipa.
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